La industria 4.0 para no industriales
Y algunos Godínez que trabajan en ella sin darse cuenta.
La semana pasada estuvo en Regiolandia la ExpoManufactura, a la que le esta quedando chica la sede; porque además del caos vial que generó, le faltaron salas para albergar a expositores que se quedaron sin su lugar en el evento que está llamando la atención internacional, al grado de compararla con el Disneyland de la manufactura.
Abrazando la robotica
En este año pudimos ver la verdadera democratización de la robótica, tanto que incluso hubo una competencia entre 18 equipos de estudiantes de varias universidades nacionales, colombianas y americanas donde demostraron que la automatización colaborativa esta tomando muchísima relevancia en diferentes industrias.
Además de la competencia de estudiantes vimos como la automatización ha dejado de ser una novedad, como en el maquinado CNC o los robots colaborativos.Ya tener una de esas maquinas no hace que tu negocio tenga una ventaja competitiva, sino que te pone al nivel que el mercado esta esperando.
Y lo mismo esta sucediendo en muchos aspectos industriales; aspectos como la automatización de los movimientos de materiales son cada vez mas comunes en las empresas desde que Amazon hizo populares sus carritos autónomos; pero también en temas de metodología y digitalización donde los avances tecnológicos en la ingeniería inversa han hecho que hoy sea casi mágico el desarrollar diseños en cuestión de segundos. Se puede decir que estamos viendo los frutos de una gran era, la tercera revolución industrial.
Un poco de contexto
Aunque haya personas en el gobierno estatal que digan que vamos hacia la industria 5.0 la realidad es que apenas va empezando la cuarta. Que no tiene nada que ver con la supuesta transformación que inicio el macuspano. Y aunque la tecnología de estos días avanza a pasos agigantados el cambio de versión de revolución aun esta un poco lejos de llegar. Me explico:
Industria 1.0 – La era del vapor y el músculo mecánico (Siglo XVIII).
Imagina un mundo donde todo se hacía a mano y, de repente, apareció la máquina de vapor. Fue como pasar de andar en burro a estrenar un carrito sin frenos y de bajada por la colina. Las fábricas empezaron a rugir y a dejar atrás el trabajo artesanal para darle paso a la producción mecanizada. Un salto gigantesco que puso en marcha la industrialización.
Industria 2.0 - La era de la electricidad (Siglo XIX - XX)
Luego llegó la electricidad, y con ella, la producción en masa. Fue un cambio tan radical como el día y la noche… por que ahora de noche tambie´n había luz. de repente, las líneas de ensamble se multiplicaron, los turnos se multiplicaron y todo se volvió más rápido y eficiente. Las fábricas se llenaron de luces y motores, y el concepto de “hacer algo a mano” se volvió casi nostálgico.
Industria 3.0 - La era de la automatización (Siglo XX - XXI)
A medida que la tecnología avanzaba, aparecieron las computadoras y estas se integraron a las maquinas para automatizar el trabajo, fue casi mágico. Las máquinas dejaron de ser simples herramientas y empezaron a “pensar” un poco por sí mismas, permitiendo procesos más precisos y eficientes. Fue en esta versión de la revolución en la que la automatización desde hace algunos años se ha vuelto el pan de cada día.
Industria 4.0 - La era de la digitalización (Siglo XXI - Hoy)
Y aquí estamos hoy, en la cuarta revolución industrial, donde las fábricas se han transformado en espacios inteligentes. Las máquinas ya no solo ejecutan órdenes; se comunican entre sí, aprenden de los datos y optimizan la producción en tiempo real. Aunque suene a película de ciencia ficción, la digitalización está cambiando la manufactura de pies a cabeza y no solo en las fabricas.
Como el nuevo sistema que llevo el equipo de Renishaw dirigidos por Alejandro Silva. Me platicaba que en una maquina CNC esta haciendo operaciones de maquinado de alta precisión, en estos casos las herramientas van sufriendo ligeros desgastes casi imperceptibles por lo que después de maquinar uno de sus sistemas de medición revisaba el resultado; ademas este monitoreo se hace en tiempo real y te comunica el status de la maquina, por ejemplo: puede estar detenida por ajustes o por falta de materiales. Este tipo de sistemas ya tienen varios años en el mercado. Pero lo que no había visto es que a este sistema se le pueden dar parámetros para que cuando una de las mediciones que haga este fuera de la especificación le ordene hacer ajustes en los parámetros de CNC incluso a cambiar de herramienta si es necesario 🤯
El impacto en la vida diaria
Si hasta aquí has leído y sigues pensando: “Bueno, todo esto suena muy impresionante, pero yo no trabajo en una fábrica, ¿por qué me debería importar la Industria 4.0?”, déjame decirte que ya estás viviendo sus efectos, te des cuenta o no.
Antes, si querías algo personalizado, tenías que esperar semanas o meses para que lo fabricaran. Ahora, gracias a la digitalización, puedes pedir unos tenis con tu nombre bordado y recibirlos en días. Las fábricas han optimizado sus procesos para producir más rápido, con menos desperdicio y a un menor costo.
📌 Ejemplo real: La ropa de moda rápida (fast fashion) es un reflejo de esto. Marcas como Zara han perfeccionado su logística para lanzar nuevas colecciones en cuestión de semanas gracias a la digitalización.
Si alguna vez te ha pasado que Netflix te recomienda una serie que justo querías ver, o que Instagram te muestra anuncios de algo que mencionaste en voz alta (sí, ya sabemos que nos están escuchando), entonces ya interactuaste con algoritmos inteligentes.
Lo mismo pasa en la industria: los sistemas analizan millones de datos por segundo para tomar decisiones en tiempo real, desde ajustar la producción hasta predecir cuándo una máquina fallará antes de que lo haga.
Si trabajas en una oficina y sigues usando Excel para todo, la Industria 4.0 te tiene malas noticias: pronto habrá herramientas que harán eso por ti.
Cada vez más empresas están automatizando procesos administrativos, desde la facturación hasta la gestión de inventarios. Los sistemas ERP (que administran toda la operación de una empresa) están dejando obsoletas las tareas manuales.
Si alguna vez has sacado una cita médica en línea, has usado una app para monitorear tu sueño o has visto cómo imprimen en 3D una prótesis personalizada, entonces ya sabes que la salud también está en plena transformación digital.
Entonces, ¿me debo preocupar?
Depende de cómo lo veas. Si piensas que la tecnología va a eliminar trabajos y no hay nada que hacer, te va a preocupar mucho. Pero si lo ves como una oportunidad para aprender nuevas habilidades y adaptarte, entonces estás en una buena posición.
Las revoluciones industriales nunca han sido un “apagón y encendido”, sino transiciones en las que quienes se preparan primero son los que sacan ventaja. La Industria 4.0 no es el futuro, es el presente, y aunque no trabajes en una fábrica, su impacto ya está en tu día a día.
Este cambio imparable nos invita a repensar nuestro rol en un mundo cada vez más interconectado. En lugar de preguntarnos “¿qué pasará?”, el verdadero desafío es preguntarnos “¿cómo puedo adaptarme y aprovechar estas oportunidades?”. La clave está en aprender, actualizar nuestras habilidades y, sobre todo, en ver la transformación tecnológica como un aliado que nos impulsa a ser más eficientes y creativos.
La pregunta no es si debemos preocuparnos por estos cambios, sino cómo podemos aprovecharlos para mejorar nuestro día a día. En un mundo en constante evolución, la mejor estrategia es estar dispuesto a aprender, adaptarse y explorar nuevas oportunidades.
Así que, en lugar de preguntarte “¿cuándo llegará este cambio?”, mejor pregúntate: “¿qué estoy haciendo para formar parte de esta revolución?”.
El futuro ya está aquí, y depende de nosotros decidir si queremos ser simples espectadores o protagonistas de esta transformación.
¡Hasta la próxima!